domingo, 27 de mayo de 2012

LIBERTAD

Estaba prohibido por todas las leyes humanas y divinas, yo lo sabía.
Sin embargo, no podía dejar de imaginarlo cada noche. 
Tales pensamientos me hacían sentir libre. 

Me concentraba en el lugar,
escenario del momento deseado,
lo recreaba a mi gusto
buscando lo verosímil en cada detalle:
una unión soñada
de palabra, escena y cambio.
¡Y tanto me perdía…!
Pues en medio de la estancia estaba él

     -maravilloso punto de giro

alrededor del que todo encontraba fundamento-

sencillamente él,
quien nunca dependió
de mis oscuras cadenas,
quien me hacía libre…
porque era lo único real.

Tan real como prohibido. Por dioses y hombres.  


jueves, 17 de mayo de 2012

Kratos

Me detuve. No podía dolerme más la cabeza. Y sólo tenía ganas de gritar y llorar hasta quedarme sin voz. Sentía que me ahogaba y me estaba mareando. Levanté la vista al cielo y sólo vi vacío y oscuridad entre las hojas de los árboles: esa noche no había estrellas.
¿Era, pues, aquello el odio?

En ese momento un fuerte tirón me desestabilizó, di dos traspiés hacia adelante tratando de mantener el equilibrio. Al otro extremo de la correa mi perro me miraba. Fui a regañarle pero al final me agaché junto a él y le acaricié la cabeza. Tenía razón: había que continuar.